Vas una tarde al cine con tus amigas, a intentar ver una peli que te suba la moral. Y encima tienes un antojo tremendo de chocolate, pero recuerdas que si engordas no te cabrá la ropa y los tíos, como superficiales que son, no se fijarán en tí, así que te compras una de esas ínsipidas chocolatinas,de menos calorías, que sólo saben a papel.
Eentonces sientes la mirada de un chico en la nuca. Y haces algo que te cambiará para siempre. Te das la vuelta para mirarlo. Vale, no es extremadamente guapo, pero es el típico niño bueno e inocentón que provoca en ti ternura sin siquiera conocerlo. Aplicas el truco que leiste en la última superpop, te vas sin dirigirle nada más que una pequeña sonrisa.
Disfrutas de la pelicula, pero te das cuenta de que ya no te apetece hacerle pasarlo mal a los tíos. Sales, sin esperanza de verlo y preguntándote porque no habrías pasado de las revistas y le hubieses prestado un poco más de caso, cuando viene Mister Perfecto a saludarte. Vale que es un poco golfo, pero es TAN guapo...y descubres que aquel chico está con él, y que se acerca. Te callas inmediatamente y vuelves a sonreirle, intentando causar buena impresión.
Pero, ¿ Por qué no deja de mirarte con cara de alelado?¿ Tan mal lo estás haciendo que no puede ocultar su sorpresa? Cierra su boca y produce una especie de sonido, lo que supones que será un hola. Entonces Mister Perfecto te propone quedar un día, entiendes que sería como una especie de cita, pero el amigo se autoinvita, y tú, sorprendiéndote a tí misma, no haces nada por evitarlo e incluso en los más profundo sabes que era lo que estabas esperando.
Un día llegas a tú casa y te ha agregado alguien. Sientes una presión en la base de la garganta, no quieres cagarla. Pero la conversación fluye sóla. Y cada día, vuelves a encender el ordenador, y lo primero que haces es mirar a ver si él está, aunque claro, le haces caso a las estúpidas revistas y esperas a que él te salude. Los días se suceden, y cada vez habláis más, hasta estar hablando toda la tarde sin cansaros.
Y él, te demuestra que es un chico sensible, y tú te preguntas el motivo de que te trate como te trataría una chica. Recuerdas todas las veces que te has hecho falsas esperanzas, esos tíos que van de sensibles y te juran amor eterno, y luego te los encuentras en el parque con tu amiga.
Luego empezáis a quedar. Incluso quedáis los dos solos.En ocasiones parece que le gustas y todo. Pero no podrías asegurarlo.No le dices nada por miedo a cagarla con él, ya no hay vuelta atrás, lo quieres demasiado como para apartarlo de tu vida simplemente por intentar algo con él. A veces te habla, y tú no le escuchas, porque sólo piensas en lo que te gustaría callarle la boca con un beso. Le intentas dar celos, cortándole y preguntándole por un amigo suyo, pero a él parece no preocuparle y te responde con indiferencia.
Y un día, te das cuenta, estáis en la zona amigos.Eres como su hermana, y él nunca cometería un incesto contigo. Todas las relaciones evolucionan, hacia un lado o hacia otro. Y la tuya con ese chico ha evolucionado por un mal camino. Te lo quitas de la cabeza en el sentido amoroso, y si alguien te pregunta.. ¿ Te gusta ese chico? Tu respondes con una risa que no, que lo quieres como amigo, y muchas veces logras hasta engañarte a tí misma, pero en el fondo sabes que nunca podrás verlo como un amigo más, que lamentarás siempre no haber hecho algo antes por cambiarlo todo.
Moraleja: chicas, basta de complicarse la vida. No dudo de que la zona amigos exista, en ocasiones es un hecho, y es algo muy doloroso, pero es posible no llegar a ella si nos dejamos de tonterías y nos lanzamos un poco nosotras, y a veces esa zona amigos es sólo una ilusión que podría romperse con un solo beso...
Redactado por Marta Pérez
Eentonces sientes la mirada de un chico en la nuca. Y haces algo que te cambiará para siempre. Te das la vuelta para mirarlo. Vale, no es extremadamente guapo, pero es el típico niño bueno e inocentón que provoca en ti ternura sin siquiera conocerlo. Aplicas el truco que leiste en la última superpop, te vas sin dirigirle nada más que una pequeña sonrisa.
Disfrutas de la pelicula, pero te das cuenta de que ya no te apetece hacerle pasarlo mal a los tíos. Sales, sin esperanza de verlo y preguntándote porque no habrías pasado de las revistas y le hubieses prestado un poco más de caso, cuando viene Mister Perfecto a saludarte. Vale que es un poco golfo, pero es TAN guapo...y descubres que aquel chico está con él, y que se acerca. Te callas inmediatamente y vuelves a sonreirle, intentando causar buena impresión.
Pero, ¿ Por qué no deja de mirarte con cara de alelado?¿ Tan mal lo estás haciendo que no puede ocultar su sorpresa? Cierra su boca y produce una especie de sonido, lo que supones que será un hola. Entonces Mister Perfecto te propone quedar un día, entiendes que sería como una especie de cita, pero el amigo se autoinvita, y tú, sorprendiéndote a tí misma, no haces nada por evitarlo e incluso en los más profundo sabes que era lo que estabas esperando.
Un día llegas a tú casa y te ha agregado alguien. Sientes una presión en la base de la garganta, no quieres cagarla. Pero la conversación fluye sóla. Y cada día, vuelves a encender el ordenador, y lo primero que haces es mirar a ver si él está, aunque claro, le haces caso a las estúpidas revistas y esperas a que él te salude. Los días se suceden, y cada vez habláis más, hasta estar hablando toda la tarde sin cansaros.
Y él, te demuestra que es un chico sensible, y tú te preguntas el motivo de que te trate como te trataría una chica. Recuerdas todas las veces que te has hecho falsas esperanzas, esos tíos que van de sensibles y te juran amor eterno, y luego te los encuentras en el parque con tu amiga.
Luego empezáis a quedar. Incluso quedáis los dos solos.En ocasiones parece que le gustas y todo. Pero no podrías asegurarlo.No le dices nada por miedo a cagarla con él, ya no hay vuelta atrás, lo quieres demasiado como para apartarlo de tu vida simplemente por intentar algo con él. A veces te habla, y tú no le escuchas, porque sólo piensas en lo que te gustaría callarle la boca con un beso. Le intentas dar celos, cortándole y preguntándole por un amigo suyo, pero a él parece no preocuparle y te responde con indiferencia.
Y un día, te das cuenta, estáis en la zona amigos.Eres como su hermana, y él nunca cometería un incesto contigo. Todas las relaciones evolucionan, hacia un lado o hacia otro. Y la tuya con ese chico ha evolucionado por un mal camino. Te lo quitas de la cabeza en el sentido amoroso, y si alguien te pregunta.. ¿ Te gusta ese chico? Tu respondes con una risa que no, que lo quieres como amigo, y muchas veces logras hasta engañarte a tí misma, pero en el fondo sabes que nunca podrás verlo como un amigo más, que lamentarás siempre no haber hecho algo antes por cambiarlo todo.
Moraleja: chicas, basta de complicarse la vida. No dudo de que la zona amigos exista, en ocasiones es un hecho, y es algo muy doloroso, pero es posible no llegar a ella si nos dejamos de tonterías y nos lanzamos un poco nosotras, y a veces esa zona amigos es sólo una ilusión que podría romperse con un solo beso...
Redactado por Marta Pérez
1 comentario:
No soy tía pero me gustó el textillo... Marta, no sabía que pudieras escribir este tipo de cosas... a ver si me enseñas (necesito aprender a escribir un cuento pa' mi hermana mayor) tQ!
(Sabes quién soy no?)
Publicar un comentario